En la parte baja del escudo de España encontramos una Granada. Este era el símbolo de la monarquía nazarí, que tenía sede en la ciudad andaluza.
Desde la monarquía de los Reyes Católicos, el escudo del reino de Granada ha estado siempre en el escudo español, tanto de todos los reyes como de las dos repúblicas. Aunque popularmente no se le tiene mucho en cuenta, quizá esto nos indica la importancia que tuvo, al menos históricamente, este territorio, que en las armas españolas comparte lugar con Castilla, León, Aragón y Navarra.
Los orígenes del reino de Granada
Alfonso VIII de Castilla venció a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Es una de las victorias más afamadas de toda la historia peninsular. La fuerza cristiana estaba configurada por el Reino de Castilla, la corona de Aragón y el reino de Navarra, pero también se presentaron las órdenes militares de Santiago y Calatrava, la templaria y la hospitalaria, y hubo voluntarios franceses, leoneses, portugueses y occitanos.
Los musulmanes, por su parte, contaban con el ejército almohade y tropas de los antiguos reinos de taifas peninsulares que habían conquistado.
Tras la derrota, el territorio almohade quedó fragmentado y sin un gobierno poderoso. Mientras los cristianos avanzaban lentamente por el valle del Guadalquivir, el territorio musulmán volvió a dividirse en taifas (pequeños reinos independientes). En la ciudad de Arjona, en la actual provincia de Jaén, surgió un líder que se proclamó sultán: Muhammad Ibn Yusuf ibn Nasr, más conocido como Alhamar (el rojo).
Los jefes locales de los territorios vecinos rápidamente lo aceptaron como sultán, y él mismo se declaró vasallo del sultán de Córdoba hasta 1236, cuando la ciudad cayó ante los cristianos. En 1238 conquistó Granada, y en 1248 el rey Fernando III el Santo conquistó Jaén. Alhamar firmó entonces el pacto de Jaén con el rey cristiano, del que se declaraba vasallo. Fue en ese momento cuando el musulmán instaló su corte en Granada, asegurando la supervivencia del reino gracias a los pagos al castellano y a la situación geográfica de Granada, protegida por la potente cordillera de Sierra Nevada.
Fue él quien inició el proceso de fortificación y unificación de varios baluartes defensivos que, con el paso del tiempo, acabarían siendo la Alhambra (la roja, en su honor).
Alhamar murió en enero de 1273 al caer de un caballo. Había conquistado Málaga, Almería y Granada, donde había fijado la residencia de la dinastía que él había fundado: la nazarí (del árabe Nasr).
Una época de prosperidad y bonanza en Granada
Durante los años siguientes a la muerte de Alhamar, el reino vivió una época dorada. Tanto es así que durante la llamada crisis del siglo XIV, la ciudad consiguió capear la peste negra, los conflictos sociales, las hambrunas y problemas socioeconómicos que asolaron el resto de Europa.
Granada era una floreciente ciudad comercial que unía Europa con el norte de África, recibía a todos los musulmanes que huían de los reinos cristianos peninsulares y las artes, las letras y la ciencia, durante esta época, se cultivaron y estudiaron. Su población llegaba a los 150 000 habitantes.
Pero el reino no estaba en una situación ideal, ni mucho menos. Los conflictos políticos eran constantes, tanto internos como externos. La corona de Castilla iba conquistando, muy poco a poco, territorios fronterizos.
Además, las nuevas rutas comerciales que Portugal estaba abriendo por mar hacia África perjudicaron mucho la economía del reino nazarí, que ya no era el necesario puente sobre el que tenían que pasar las mercancías.
Entre los esfuerzos militares y la pérdida de la importancia comercial, empezó a notarse la decadencia en la corte de la Alhambra.
Decadencia y fin del reino de Granada
En 1469 se unieron dinásticamente los coronas de Castilla y Aragón. Empezaba, en el reino de Granada, una época de crisis políticas que no pasarían inadvertidas para los soberanos cristianos.
Se inició una guerra civil entre dos bandos, los partidarios del emir y su hermano, por un lado, y los partidarios de su hijo, por otro. Muhammad Boabdil, el hijo, fue capturado por Fernando el Católico y obligado a firmar un acuerdo de vasallaje. Tras esto, volvió a Granada para continuar la guerra contra su padre y su tío.
Volvió a caer preso de los Reyes Católicos por segunda vez, que lo volvieron a liberar para que continuara la guerra civil que tan bien les estaba viniendo. Mientras los cristianos seguían conquistando territorios fronterizos, los musulmanes se peleaban entre ellos y no les molestaban.
Sin embargo, tras la conquista cristiana de Baza, el tío de Boabdil acudió a la frontera a luchar contra los cristianos y Boabdil salió del Albaicín, donde se escondía, y entró en la Alhambra para proclamarse rey por segunda vez. No obstante, un año más tarde, Isabel y Fernando llegaban a la ciudad de Granada para comenzar el sitio.
Tras la capitulación, al rey musulmán le fueron entregados unos territorios en las Alpujarras, donde podría vivir junto a los musulmanes que quisieran mudarse allí.
El último de Granada, vasallo de Castilla
Granada ya no era un reino musulmán, sino una provincia de un reino cristiano, y su rey un propietario de tierras en la Alpujarra almeriense vasallo de Isabel de Castilla.
Tras la muerte de su mujer Morayma en 1493, vendió sus tierras y pidió asilo en el reino de Fez. Su madre, él y su familia salieron desde el puerto de Adra hacia su nuevo hogar. Allí, en Fez, murió Boabdil, último rey de Granada, en 1533 o 1534.
Bibliografía
SERIA EL ÚLTIMO REY MUSULMÁN…
INFÓRMENSE, GRANADA SU REINO SIGUIÓ POSTERIORMENTE TENIENDO UN REY CRISTIANO..
DICHO REY QUISO SER NOMBRADO REY DEL REINO DE GRANADA…
AVERIGÜEN, QUIEN FUÉ..