A casi todos nos encantan esos famosos mapas etimológicos que se nos aparecen de vez en cuando por Internet. Sobre el mapa de Europa encontramos un montón de palabras, una por cada dominio lingüístico. Normalmente, aunque están indicadas las fronteras políticas, la división principal, a través de colores, responde a su origen.
Esos mapas han tenido mucho éxito; tanto, que han servido de inspiración para una creación similar, menos informativa pero más interactiva.
European Word Translator: el mapa traductor
En esta página llamada ‘European Word Translator’, idea de James Trimble, encontramos un mapa político de Europa: un país, un color. Nada más entrar vemos que tenemos el sintagma “un ejemplo” en muchos idiomas, más de uno por país.
Esto responde, claro, a los idiomas, y no a los países. Así, por ejemplo, en España, encontramos la palabra traducida al español o castellano, al catalán-valenciano, al vasco o euskera y al gallego. En el Reino Unido encontramos traducciones al inglés y al galés.
El funcionamiento es muy sencillo: solo hay que poner la palabra que queremos en el buscador y clicar en “traducir”. Al instante aparecerá la misma palabra en muchos idiomas de Europa. No todos, porque faltan muchos.
La página funciona a través de Google Translate, lo que acarrea algunas consecuencias. Como se indica, en el caso del portugués, no es el estándar europeo el que se muestra, sino el brasileño. Esto puede afectar a diferentes palabras que, de hecho, no se dicen así en Portugal aunque sea en este país donde aparecen.
La traducción de palabra a palabra tiene un gran margen de error, ya que prácticamente todas constan de varias acepciones y es muy normal que no coincidan. Por eso, es fiable solo en palabras muy comunes y básicas.
El idioma de búsqueda es el inglés, y si una palabra no tiene traducción en Google, tampoco la tendrá en el mapa. En ese caso aparecerá la forma inglesa.
Aunque la idea de James Trimble era cerrar la página en 2017, ha tenido tan buena acogida que ha decidido mantenerla durante más tiempo.
Esperemos que sea mucho porque, aunque académicamente no sea una herramienta muy útil, es muy divertida y práctica como curiosidad.