La isla de La Palma es un destino Starlight, esto es, uno de los lugares del Planeta en los que es posible observar las estrellas de una manera más óptima. Una lista en la que también se integran Atacama, en Chile y Hawaii. No es coincidencia que los principales puntos de observación de estrellas del mundo están situados en estos lugares.
La Palma cuenta con unas condiciones privilegiadas para la observación del cielo. La situación geográfica en medio del Atlántico hace que el cielo esté limpio. Pero también ayuda la influencia de los vientos alisios que provocan que se forme una capa de inversión que divide la atmósfera en dos: la capa baja, húmeda y con nubes, y la alta, más seca.
La orografía de la isla permite remontar las nubes gran parte de las noches. Y además, al subir en altura, la atmósfera es más transparente, al ser más fina. La estabilidad atmosférica proporciona a esta isla más de 300 días despejados al año en sus cotas más altas.
Los observatorios del Roque de los Muchachos
El punto de mayor altitud de la isla es el Roque de los Muchachos, con más de 2600 msnm. Y es precisamente a sus pies donde se sitúan los observatorios. El Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM) se constituye como una de las baterías de telescopios más completa del mundo.
Gracias al cielo de La Palma, este observatorio reúne las mejores condiciones para la investigación astronómica. Por ello, está atrayendo a algunos de los telescopios gigantes del futuro así como a la nueva generación de telescopios Cherenkov destinada al estudio del universo en rayos gamma de muy alta energía.
Actualmente dispone del mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo así como de una veintena de telescopios e instrumentos astronómicos para distintos tipos de estudio. Permiten realizar observaciones nocturnas, robóticas, Física solar y Astrofísica de Altas Energías.
Con estos telescopios se han hecho grandes avances en el estudio del Universo, como la obtención de la galaxia más profunda de la galaxia más lejana o la confirmación de la existencia de los agujeros negros y de la expansión acelerada del Universo.
Las consecuencias de la erupción del volcán Cumbre Vieja
Con estas características el cielo de La Palma es un gran reclamo para el astroturismo. Una actividad por la que cada vez hay más interés cuando se visita esta isla. Lo explica Ana García Suárez, astrofísica y directora de La Palma Stars, una compañía que se dedica a ofrecer visitas a puntos clave de la isla para observar las estrellas.
Según detalla, «hay un auge, no tanto en la astronomía, sino en disfrutar de algo diferenciador y único. Ahora, también es verdad que una vez descubierto engancha y vuelven y vuelven y se interesan. La gran mayoría de los clientes no tienen un hobby como astronomía pero sí por la naturaleza. Y esto forma parte de la naturaleza”, explica Ana.
Y esa naturaleza ha mostrado su cara más cruda con la erupción del volcán Cumbre Vieja, en septiembre de 2021. Según explica, la erupción les ha afectado de manera “fatal» en cuanto a afluencia de turismo que «ha disminuido drásticamente». «Solo nos llegaban turistas de muy corto plazo (incluso mismo día) y muy pocos se interesaban en otra cosa que no fuera el volcán”, detalla.
Lo cierto es que el cielo se vio afectado en todo el sur de la isla, pero “en el norte siguió estando bastante bien y transparente, excepto al final que la ceniza se convirtió en un problema. A los pocos días del cese (de la erupción), estaba el cielo como si no hubiese pasado nada”, explica.
A día de hoy la situación no se está recuperando: “Tenemos lo que se llama turismo cero, supongo que la gente piensa que la isla está destruída y no es cierto. Es una pequeña parte y si no estás ahí ni te enteras. A esto le sumamos el covid. Así que este invierno va a ser difícil”, valora. Su oficina, desde la que ofrecen visitas guiadas por la isla, lleva cerrada desde el 20 de septiembre y no cree que la reabran hasta Semana Santa.
Se han mantenido las excursiones de astroturismo durante la erupción, pero en menor cantidad y con más fotografía que observaciones. “Es una situación laboral difícil que se suma a la crisis del covid que ya lleva dos años. Solo estoy yo trabajando actualmente y un 30% del tiempo”, detalla.
Y prosigue: “El ocio activo está muy resentido. Ahora ya se puede practicar de nuevo, pero la conectividad aérea internacional está cancelada desde octubre hasta febrero inclusive y solo nos quedan los vuelos nacionales o través de Tenerife, con lo cual la ocupación hotelera ahora mismo no llega al 30%”.
Asimismo destaca que “las ayudas se destinan a la zona del Valle de Aridane, el resto de la isla afectado, queda fuera de las ayudas. Esto es un palo para la economía, una crisis que durará años”, explica.
Un gran reclamo para el astroturismo
Tuve ocasión de comprobar de primera mano el lugar privilegiado que ocupa La Palma para la observación de estrellas a finales de agosto en una excursión nocturna para avistar estrellas, en el Roque de las Ventas. Fue justo antes de la erupción del volcán.
Aquella noche de finales de agosto era perfecta para la observación de estrellas. Alrededor de una treintena de personas nos dispusimos a observar las estrellas. La experiencia consistió en una explicación introductoria de las características del cielo de La Palma.
A continuación se nos explicó la posición de algunos de los puntos de referencia necesarios para ubicarse en el cielo. La osa menor ocupa aquí un lugar clave ya que su posición no varía al coincidir con el eje de rotación de la tierra. Identificarla es la primera lección. Después llega el carro, con la osa mayor. Y las constelaciones que el cielo nos regaló en aquella noche de verano.
El cielo se presentaba prístino para la observación estelar. La temperatura en esta cota intermedia es relativamente baja para las temperaturas templadas de La Palma. Imprescindible el abrigo, como se encargó de recordarnos Ana antes de salir.
La vía láctea, ese “camino de estrellas” es totalmente visible en toda su extensión. “Cada vez hay más población que es incapaz de ver la vía láctea, que no la ha visto en su vida”, explicaba Ana.
La contaminación lumínica y la defensa de la observación del cielo
Para ver la vía láctea es imprescindible contar con una baja contaminación lumínica y cada vez es mayor la exposición de la población a la luz. Por ello, se calcula que en unos años sea muy minoritaria la población que haya visto la vía láctea.
Ana defiende con vehemencia la importancia de cuidar el cielo, de hacer posible su observación. La Palma es pionera en esta sensibilización. Las luminarias públicas son de baja intensidad e instalaciones como campos de fútbol deben apagar por ley la luz a las 11 de la noche como tarde. El espacio aéreo de la isla está cerrado por la noche.
“La gran mayoría de la gente que he conocido con este trabajo ni siquiera aprecian la diferencia entre una noche con Luna y sin Luna. Se asocia luces con seguridad, y oscuridad con inseguridad”, explica.
“La contaminación lumínica es el precio a pagar por la seguridad y por la comodidad de que no esté todo oscuro. Pero hay un justo equilibrio que no se discute o se persigue y es una pena”, detalla.
En este sentido cree que “las luces azules led que ahora se están cambiando por ser la iluminación más barata será nefasta para la luz de las estrellas. En La Palma, las luces led son naranjas y son compatibles con la observación del cielo e igual de baratas”, explica. La Palma sabe que es un paraíso para la observación de las estrellas. Y lucha por defenderlo.
Existe astroturismo en Argentina?
La isla no es Palma ni «la Palma», es La Palma. :)
Actualizados los dos lapsus. Muchas gracias :)