La extinción de las lenguas y el atlas de la UNESCO

Hay entre cinco mil y seis mil lenguas en el mundo, dependiendo cómo las definamos (hay quien afirma, y no es ninguna locura, que no existen). Cada dos semanas muere una. A esta velocidad, al cabo de cincuenta y dos años habrán desaparecido todas.

Es obvio que es un extremo imposible, y que mientras menos queden, más lento será el ritmo de desaparición. Pero la situación no es para nada esperanzadora. Según los investigadores más pesimistas, en doscientos años solo se hablarán ocho idiomas en el mundo.

El mundo es el mismo para todas las lenguas

Hay quien cree que es necesario preservar los idiomas porque son formas diferentes de ver el mundo. No es cierto. Si lo fuera, deberíamos aceptar que el mundo cambia según el idioma que hablemos. Esto es precisamente lo que defendía la famosísima y recurrente teoría de Sapir y Whorf, que ya fue superada y rechazada (salvo en aspectos como la memoria y la clasificación mental).

Todos los seres humanos vemos el mundo igual. Las lenguas solo hacen que lo expresemos de forma diferente. A los idiomas hay que valorarlos no por la cultura que la habla, sino por sí mismos, por ser idiomas. Son importantes, sin importar quién los hable. Ya es hora de empezar a valorarlos simplemente por lo que son: formas de expresión de la realidad.

El atlas de la UNESCO de las lenguas

En la maravillosa web del Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro, tenemos un mapa interactivo en el que podemos ver todas las lenguas que están en riesgo de desaparición. Se clasifican en cinco categorías: vulnerable (blanco), en peligro (amarillo), seriamente en peligro (naranja), en situación crítica (rojo) y extinta (negra).

Papúa Nueva Guinea, con 830 lenguas, es el país con más idiomas del mundo

Según el mapa, si seleccionas todas las categorías en todo el planeta, aparecen 2464 idiomas. Esto quiere decir que casi la mitad de las lenguas del mundo están hoy día en mala situación. La mitad.

Las tres zonas donde la situación parece más crítica coinciden con las tres zonas donde más lenguas se habla del mundo. Una línea que va desde el norte de la India hasta el sur de China, incluyendo todo el sureste asiático, las islas de Indonesia y Papúa Nueva Guinea y América Central.

En México la situación no es aún crítica: la mayoría de las lenguas tienen todavía hablantes muy jóvenes, pero son necesarias políticas de fomento

Un paseo por el mundo de las lenguas en peligro

El caso del continente americano es curioso. Nadie se explica cómo un continente que fue poblado tan relativamente tarde (inmigración por el estrecho de Bering) ha dado lugar a tanta diversidad lingüística en tan poco tiempo (las lenguas cambian, normalmente, muy despacio).

Abundan las lenguas en situación crítica en Norteamérica

En Norteamérica la mayor acumulación se encuentra en la costa oeste, sobre todo en California, E.E. U.U. La situación de estas lenguas es en su mayoría crítica.

El sur de México y Honduras destacan en Centroamérica. La situación no es tan alarmante como en sus vecinos septentrionales: la mayoría están en peligro o seriamente en peligro. No es alentadora, pero aún hay esperanza de fomento con las políticas adecuadas.

En la cuenca del Amazonas y la frontera de Brasil la situación es crítica para muchos idiomas

En Sudamérica, la frontera brasileña alberga incontables lenguas en peligro en muchos países. Todo el territorio de la Amazonía, sin importar el estado, es un hervidero de lenguas que necesitan cuidado urgente. La frontera entre Colombia y Brasil es un punto de especial concentración.

En Europa destacan las lenguas en peligro y seriamente en peligro, y pueden ser destacadas las zonas de los Alpes y Francia. Son pocas las lenguas en situación crítica, pero también es el continente más pobre lingüísticamente del mundo.

Lenguas en peligro en Europa

África tiene una línea llena de idiomas en peligro y en situación crítica que va desde el golfo de Guinea hasta Eritrea siguiendo la frontera sur del Sáhara. Esta línea se expande hasta el norte de Tanzania.

En la zona ya mencionada de la frontera de India y China destacan las lenguas vulnerables y en peligro, situación que se repite en las islas indonesias y de Papúa Nueva Guinea.

La muerte de las lenguas

Los idiomas mueren porque sus hablantes las abandonan. No hay más. No podemos echar la culpa a ningún gobierno, por dictatorial que sea. Pero esto no quiere decir que los estados no puedan hacer nada a favor o contra ello. Las políticas lingüísticas son fundamentales para su supervivencia. Y no es suficiente con mantener, hay que fomentar. Las lenguas sobreviven con gente que las hable, no solo con textos.

La frontera sur de China con la India y con el sureste asiático tiene una gran acumulación de lenguas en peligro

La muerte forma parte de la existencia de los idiomas, no es un problema que mueran. El problema es la celeridad con la que nuestro mundo globalizado favorece la masacre. Al igual que la extinción de especies es algo natural y todos estamos de acuerdo con la lucha para la preservación animal, todavía hace falta concienciar para que la lucha a favor de las lenguas llegue al mismo nivel.

Sobre el autor

9 comentarios en “La extinción de las lenguas y el atlas de la UNESCO”

  1. Que haya tantisimos idiomas tiene sus pros y contras. Es indudable que hay que respetar, como riqueza cultural, que una determinada zona geografica haya adoptado un lexico para comunicarse entre ellos, pero es evidente que si el idioma sirve principalmente para entenderse entre todos, en todo el planeta, lo ideal sería que hubiera un vehiculo de comunicación comun para todos los habitantes del mundo, y que aprendieran el mismo idioma para comunicarse entre todos, con independencia que se mantuviesen los demás idiomas para tratar con los «próximos». En ese sentido, parace que el ingles a medio plazo se va a acabar imponiendo, y en 100 o 200 años, será un idioma hablado por una gran parte del llamado mundo «globalizado». Una conquista para la comunicación comun que a la especie humana habrá costado millones de años.

  2. PEDRO LÓPEZ GÓMEZ-MONEDERO

    En nuestro país contamos con la lengua más amenazada de desaparición de Europa el Aragonés. Y si no se remedia veremos en primera persona como muere una lengua milenaria.

  3. José Luis Llorente

    Cada artículo es mejor que el anterior, lo cuál no es fácil.

    Decir felicidades es simple e insuficiente.

    Gracias por vuestro trabajo.

  4. Arturo Pacheco Cortes

    Hola Bernardo: Felicidades por todos los artículos (trabajo) que presentas, muy interesantes y variados.
    Saludos.
    Ing. Arturo Pacheco Cortes.

  5. «Todos los seres humanos vemos el mundo igual. Las lenguas solo hacen que lo expresemos de forma diferente.»

    Menudo disparate. Cualquier persona que conozca dos lenguas lo suficientemente alejadas entre sí se habrá subido por las paredes al leer semejante sandez. Alucinante que eso lo pueda escribir alguien con estudios universitarios.

    1. Concuerdo contigo, un idioma no es solo un medio de comunicación, sino que es como configuramos nuestra realidad (claro que esto implica mucha más cosas y puede ser mutable, como explican muchas teorías). Un idioma comprende la construcción de un universo simbólico con significados particulares, por eso son muy importantes, al hablar de pérdida de los idiomas hablamos de no solo una manera de expresarse, se pierde cultura», conocimientos, saberes, formas de relacionarse, ideologías, maneras de conectarse con el mundo, etc etc.

  6. No creo que en doscientos años sólo se hablen ocho idiomas. Los únicos idiomas que desaparecerán son los idiomas indígenas de América del Norte, de América del Sur, de África, de Asia y de Oceanía.

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