Entre los fondos de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla se conserva uno de los más valiosos y raros mapas impresos de América. Se trata de un sugerente mapa que se muestra en una sencilla, pero hermosa, xilografía y que describe el Caribe y el golfo de México.
El mapa sirvió de ilustración a la edición príncipe de la Primera Década del Nuevo Mundo, obra escrita por el cronista Pedro Mártir de Anglería e impresa en Sevilla. Lleva además en su dorso una dedicatoria al Cardenal Cisneros y una interesante explicación cartográfica.
Las Décadas del Nuevo Mundo de Pedro Mártir de Anglería pueden considerarse la primera obra de historia escrita sobre América. Su autor fue un sacerdote humanista encargado por los Reyes Católicos de la educación de sus hijos que gozó de una gran reputación. Alcanzó así la confianza de los monarcas y entabló relación con los círculos más influyentes de la Corte.
Su nombramiento como miembro del Consejo de Indias le permitió además mantener contacto con grandes descubridores y navegantes. Todos ellos le proporcionaron información muy valiosa que en muchas ocasiones sería reproducida en la obra.
Primer mapa impreso en España de las costas de México
El primer mapa de las costas de México acompañaba por tanto a esa obra. El mapa habría sido impreso por el conocido impresor alemán afincado en Sevilla Jacobo Cromberger, en el año 1511. De este modo, en el caso del mapa conservado en la Universidad de Sevilla nos encontraríamos con el primer mapa impreso en España de las costas de México.
Según nos cuenta la Catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas en la Universidad de Sevilla Margarita Gómez Gómez en este artículo sobre el tema, el mapa ha sido «objeto de numerosos estudios y todavía hoy suscita gran interés entre los especialistas».
Explica Gómez Gómez que «son muchas las incógnitas» que aún a día de hoy sigue generando el análisis del mapa. Hay muchas hipótesis argumentadas en torno a su origen, «sin que ninguna haya podido ser demostrada plenamente».
Un mapa sin indicación de fecha y autoría
Una de las principales disquisiciones es el hecho de que no tenga ningún tipo de indicación expresa acerca de su autor y su posible fecha de realización.
Todo ello ha llevado a levantar diferentes teorías tanto sobre su autoría como sobre su datación. La catedrática las detalla en su artículo y las exponemos a continuación.
Las dudas sobre la autoría del mapa de México
Algunos especialistas consideran que el mapa fue realizado por el cartógrafo Nuño García de Torreño, aunque la mayoría lo atribuyen Andrés de Morales, amigo de Pedro Mártir de Anglería, y reputado cartógrafo.
De sus mapas dijo Pedro Mártir de Anglería que eran «excelentes» y los más «recomendables» junto a los de Juan de la Cosa.
Andrés de Morales acompañó a Cristóbal Colón en su tercer viaje y formó parte de la expedición que en el año 1500 realizaron Juan de la Cosa y Rodrigo de Bastidas a la costa de Tierra Firme, en la que exploraron y descubrieron toda la zona desde el golfo de Venezuela hasta Nombre de Dios.
En 1508, Nicolás de Ovando le encomendó explorar La Española y dibujar un mapa de las islas del Caribe y de las costas descubiertas. Es posible que este mapa de Andrés de Morales, datado hacia el año 1509, se tomara como modelo o inspiración por el autor de la xilografía que aquí se está comentando.
Incógnitas sobre la datación del primer mapa de México
Las mayores objeciones a esta hipótesis provienen de aquellos especialistas que han analizado el mapa desde la óptica de la historia de los descubrimientos y la geografía. Así, según nos cuenta la catedrática, hay autores que lo «cuestionan».
Es el caso de J. Varela Marcos que duda así de que «en tiempos de la expedición de Andrés de Morales se pudiera cartografiar con tanto detalle lugares y territorios que no fueron descubiertos hasta varios años después, como la costa de la Península de Yucatán y la siguiente costa mexicana».
Expedición de Ponce de León
Esta contradicción le lleva a proponer la hipótesis de que el mapa fuese el resultado de la expedición de Ponce de León a la Florida en el año 1513 y que sus autores fueran en realidad el propio Pedro Mártir de Anglería y Juan Rodríguez de Fonseca, los únicos en ese momento con capacidad y conocimientos suficientes para realizarlo, hacia el año, estima, 1514.
Otros autores, como G. Vargas Martínez, admiten que el mapa anticipa en seis años las referencias que ofrece Bernal Díaz del Castillo sobre las exploraciones de Francisco Hernández de Córdoba en Yucatán, pero no cuestionan su fecha de realización.
De hecho lo toman como una prueba más del antiguo conocimiento que se tenía del golfo de México. Más en concreto, se trata del cuestionado viaje portugués de Américo Vespuccio al mismo, en el año 1497.
¿Un mapa posterior a la obra de Anglería?
Los que, como J. Varela Marcos, consideran que el mapa no pudo imprimirse hasta el año 1514, avalan la idea de que la xilografía en cuestión no formara parte del proyecto editorial inicial de la obra de Pedro Mártir de Anglería, la Primera Década del Nuevo Mundo, que se imprimió por vez primera en Sevilla, en abril de 1511.
En este caso, creen que se habría estampado más tarde. Se cosió o encuadernó, de este modo, a los ejemplares de la obra ya impresos. Un trabajo del impresor o de los libreros o propietarios particulares.
El caso concreto del ejemplar de la Universidad de Sevilla
La cuestión es compleja porque, tal y como explica Gómez Gómez, de la edición de 1511 «existe una emisión con variantes por recomposición del texto en dos de sus hojas y sin mapa, en la mayoría de los ejemplares conservados y, si bien, los especialistas en libro impreso antiguo no cuestionan que el mapa formara parte de la edición de 1511, lo cierto es que se conserva un mapa sin libro y sin guillotinar en la Osner Collection de la Universidad de Maine Meridional».
En el caso del ejemplar conservado en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, el mapa, junto con la fe de erratas correspondiente a la Legatio babylónica de 1511, «se encuentra encuadernado, al final de otra edición de las Décadas del Nuevo Mundo, en concreto, de la segunda, impresa en Alcalá de Henares por Arnao Guillén de Brócar, en el año 1516, también ahora publicada junto con la obra Legatio bayilónica del mismo autor».
No sabemos en qué momento, ni por qué motivos, estas hojas de la edición de 1511 llegaron a incorporase a la edición de 1516, pero hay expertos que «dan cuenta de la existencia de ejemplares de esta segunda edición que llevan añadida la edición sevillana de la Legatio Babilonica, impresa por Jacobo Cromberger en 1511».
Fuente: este artículo de Margarita Gómez Gómez, de la Universidad de Sevilla.
TODOS SUS ARTICULOS SON EXCELENTES LOS SIGO DESDE HACE MUCHO TIEMPO PERO EL ANUNCIO ES UNA OFENSA Y REPETITIVO (EL DE EL REFRESCO) PERO AUN ASI LOS COMPARTO