Los mapas de Aventuras literarias expuestos en una tienda del centro de Madrid.

Libros y cartografía en los mapas de Aventuras Literarias

En este 2021 se cumplen diez años desde que Daniel Castillo y Mónica Vacas arrancan su aventura: Aventuras Literarias. Diez años desde que viera la luz una manera muy distinta de acercar la literatura, a través de los mapas.

Concretamente a través de los mapas literarios, una forma diferente de adentrarse en la lectura, en la que los espacios donde se sitúa la trama cobran un papel fundamental. Un proyecto que cartografía e ilustra las ciudades y los mapas en los que transcurre la acción de grandes novelas.

Los orígenes de Aventuras Literarias

Daniel y Mónica comenzaron allá por 2010 poniendo en marcha una web. A través de una plantilla tipo Google Maps, la web localizaba lugares literarios, siempre basándose en clásicos del XIX, de la literatura de aventuras.

Esa página web fue creciendo poco a poco y encontrando  su sitio y un buen día se decidieron a empezar «profesionalmente». Para ello, arrancaron con un proyecto en su tierra natal. Se trataba de un mapa literario de Asturias para un proyecto de gestión cultural. 

A partir de ese primer proyecto, se adentraron en el mundo de la edición. Pusieron en marcha una edición limitada con ‘El Hombre que pudo reinar’ de Rudyard Kipling y ahí empezó lo que hoy es ya una realidad consolidada que explora los caminos que transitan entre la literatura y la cartografía.

Poco a poco se fue puliendo el formato y fueron «cambiando cosas hasta llegar a un formato muy parecido al actual, una carpeta con el mapa dentro, con la parte web, que seguía siempre viva». Nos lo cuenta Daniel Castillo, a quien hemos entrevistado en el podcast de Geografía Infinita.

«La idea inicial era juntar un objeto físico en papel atractivo, con un buen mapa de época reproducido a un buen tamaño con las herramientas de geolocalización, a través de una web y todo a partir de una base literaria, todo partiendo de un libro», relata este ingeniero apasionado por la literatura de aventuras y la edición cuidada.

Concretamente, los mapas literarios impresos, como los que hoy producen, vieron la luz hace siete años. El último que han publicado es el de el París de ‘Los Miserables’, de finales de 2020.

El París de los Miserables, de Aventuras Literarias.

La elección de los mapas y las novelas

Cada uno de dos integrantes de Aventuras Literarias (Mónica y Daniel) tienen sus gustos particulares. Daniel es más de la novela de aventuras, con mapas de la serie como los de ‘La vuelta al mundo en 80 días’, Sherlock Holmes o ‘Jack el destripador’. Su compañera Mónica es más del “novelón” del XIX como las de Jane Austen, Galdós o ‘La Regenta’.

Esto hace que vayan alternando el tipo de novela entre sus títulos, si bien, según reconoce el propio Daniel, desde que se dedican a esto como “profesionalmente”, su criterio editorial tiende a buscar títulos comerciales «sin hacer títulos muy disparatados».

Cada mapa les lleva una media de cinco meses de trabajo. No es de extrañar que haya que «pensar bien a qué vas a dedicarlos para que sea algo productivo».

El Londres de Jack el destripador de Aventuras Literarias.
El Londres de Jack el destripador de Aventuras Literarias.

La esencia de Aventuras Literarias

El mapa de la región de Kafiristán, de ‘El hombre que pudo reinar’ de Rudyard Kipling, su primer proyecto, es «una gran novela de aventuras y está muy en la fundación del concepto de Aventuras Literarias, como unas obras de recuperación».

«De recuperar las sensaciones de cuando lees las novelas en una edad de 12 años y te trasladas a ese mundo y empiezas a pensar en un mapa y ese efecto que tienen lo mapas de colocar el dedo encima y empezar a recorrerlos y que te alejan totalmente», detalla Castillo. 

«Cuando lees El hombre que puedo reinar no piensas en el colonialismo, piensas en que es una novela de aventuras. Te aíslas de esos contextos geopolíticos de los que a veces de mayor te cuesta más abstraerte. Queríamos conseguir eso a través de esos objetos bellos en los que te imbuyes dentro del mapa y te pierdes», detalla. 

El proceso creativo de los mapas literarios

Una vez elegido el autor, leen las novelas en un proceso en el que generan bases de datos. No solo incluyen en estas bases de datos los lugares geográficos que se citan en ellas, sino también otras materias.

Por ejemplo, en el caso de Sherlock Holmes, por detrás vienen todos los libros que se citan, todas las referencias musicales. Tratan de tocar todo ese material mediante el cuidado de todas esas bases de datos.

Luego buscan un mapa de época que se corresponda con la época en la que transcurre la historia y procuran que estéticamente se acerque algo al concepto que trata de transmitir el libro. 

El mapa de Londres en las novelas de Sherlock Holmes de Aventuras Literarias.

Por ejemplo, hablando de Sherlock Holmes, «el mapa es bastante oscuro, sucio, transmite ese mundo del crimen, esa niebla donde se mueve Sherlock», explica Castillo. «Sin embargo tenemos también un mapa de Londres con Jane Austen que es un mapa muy limpio, muy blanco, lleno de zonas verdes que corresponde a la época pero que también sea luminoso», añade. 

Ese mapa inicial lo cuadran en su formato, 70:100, le añaden el lettering (tipografías de cartel) antiguo y se interviene el propio mapa. Para ello, cambian nombres de calles o vuelven a trazar algunas zonas, si lo justifica la trama, como ocurre, por ejemplo, en ‘Los Miserables’.

El siguiente paso es llenar el reverso del mapa, donde consiguen meter todos los datos que previamente han recopilado en sus bases de datos, junto a mapas auxiliares o vistas de pájaro. 

Una edición en la que prima el objeto

«Tenemos muy claro que la edición actual va hacia el objeto. El mundo editorial está sufriendo la evolución que sufrió en su momento el mundo del disco, de la música, donde ahora la gente compra ediciones especiales, en vinilo», cuenta Castillo. 

A su juicio «en el mundo editorial hay mucho pequeño editor independiente que cuida mucho lo suyo, pero en la industria grande se está tendiendo a buscar más el superventas que el cuidado en la edición».

«Esto ocurre especialmente en España que es un país en el que curiosamente no hay ediciones de clásicos muy cuidadas. Es difícil encontrar en España una edición cuidada de Galdós. Todos nuestros sus mapas incluyen la edición digital del libro», valora. 

El mapa como punto de partida para las novelas

El mapa literario funciona así como un punto de partida. Por ejemplo, el mapa literario de ‘Luces de Bohemia’ permite seguir la ruta que realiza Max Estrella por la noche sobre un mapa del Madrid de 1909 que es cuando está ambientada, que tiene variaciones sobre la planta actual. 

El Madrid de Luces de Bohemia en el mapa de Aventuras Literarias.

Aventuras Literarias proporciona el mapa desplegable en papel, la trasera en la que se ofrecen todas las localizaciones explicadas, que significan en el Madrid actual, un breve contexto histórico o el fragmento del libro en el que se habla del lugar.

A esto se añade el acceso a una web con todo montado sobre una plantilla de Open Maps en la que ir pulsando cada localización e ir viendo las fotos de época del lugar, leyendo el fragmento que se desarrolla allí y tienes una pestaña para descargar la novela. 

En el caso de Vetusta, nos encontramos con «un pueblo grande». «Comparado del Oviedo actual se te gira la cabeza y entiendes mucho del comportamiento de los personajes», explica.

«Si nos referimos al mapa del Madrid de las novelas de Galdós, Cuatro Caminos que a día de hoy es el centro de Madrid, se situaba pasado los depósitos de agua y varios cementerios y un descampado. Allí se encontraba una barriada de gente humilde, entiendes cuando el prestamista de la novela de Torquemada va hasta allí a ver a su futura mujer y te describe el miedo que pasa atravesando esa zona», prosigue. 

El mapa de Madrid de las novelas de Galdós, de Aventuras Literarias.

La geografía literaria y su base real

El siglo XIX es un momento en que los escritores están descubriendo el mundo. A raíz de la máquina de vapor se empieza a viajar y las novelas tienden a ser muy descriptivas de los lugares. Por ejemplo, en la vuelta al mundo en 80 días. 

De hecho, según Castillo, el siglo XIX es muy rico en descripciones y lugares. “El propio escritor se documenta y los escritores no inventan mucho generalmente”. Los autores siempre tienden a buscar algo real. 

Por ejemplo, en el caso de Julio Verne, cuando describe los pueblecitos que pasan en India en ‘La vuelta al mundo en 80 días’, cuando te pones a ello es imposible con las materias actuales. Nos vamos a un atlas francés en el que él se documenta y en el que están esos poblados. Por tanto, sí existen. 

Mapa literario de Julio Verne de Aventuras Literarias.

«Julio Verne era un autor de best sellers que juntaba todos los inventos que recibía en las revistas a las que estaba suscrito con la posibilidad de describir a los lugares del mundo a los que ya había alguna posibilidad de ir en alguno de los emergentes medios de locomoción», explica. 

Es la realidad a la que también llegaron cuando hicieron ‘El hombre que pudo reinar’, basado en Kafiristán, en la parte de Afganistán donde los rusos chocaban con el imperio británico y había una gran tensión en la época.

«Kipling vivió allí y cuando describe esos lugares remotos crees que se los está inventando» hasta que encuentras, como les ocurrió a Aventuras Literarias, «un mapa militar ruso en el que aparecen esos nombres». Y resulta que la mayoría de los sitios «están referenciados allí». Su trabajo es por tanto el de «buscar cómo se documentó el escritor para hacerlo». 

Hace poco hicieron un trabajo sobre ‘Los detectives salvajes’ de Roberto Bolaño, que está basada en el mapa que trazó el padre de un amigo del escritor sobre los distritos de Sonora, en México. Al hilo de este trabajo, Castillo cuenta cómo cuando el autor del mapa comete una errata sobre el nombre del sitio, el novelista Bolaño lleva la misma errata a la novela.

La literatura tiene por tanto una base real mucho mayor de la que podríamos pensar. Al menos en lo que tiene que ver con los lugares en que se basan muchas novelas. Y ese territorio, el del espacio en el que transcurre la acción es el que Aventuras Literarias explora de manera magistral.

Escucha la entrevista a Daniel Castillo, de Aventuras Literarias, en nuestro podcast: 

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