Saber cuál es tu kilómetro a la redonda se ha vuelto esencial en esta fase de la cuarentena en España. Cincuenta días después del inicio del Estado de Alarma, el gobierno ha permitido el regreso de la actividad física y social a las calles.
Una salida segmentada por grupos de edad y limitada, salvo en núcleos menores de 5.000 habitantes, a un radio de 1 kilómetro respecto al hogar para dar paseos. La medida entró en vigor el sábado 2 de mayo y permitió a millones de españoles salir a la calle con una «cierta normalidad».
Automáticamente muchos buscaron una «geosolución» al problema del kilómetro a la redonda y allí estaba Geomatico para ofrecerla con la web 1km.geomatico.es.
«Decidimos ponerla en marcha el mismo día que se anunció la noticia y el objetivo era únicamente ayudar un poco. La primera versión la desarrollamos en dos o tres horas, no es para nada compleja para una empresa que se dedica a esto desde hace años», explica Martí Pericay, socio cooperativista en Geomatico.
«Al ver el éxito brutal (7 millones de visitas en 10 días) la hemos ido mejorando», detalla este desarrollador y consultor GIS. El fulgurante éxito les sorprendió «totalmente»: «enviamos una docena de whatsapps a familiares y amigos por la noche y a la mañana siguiente ya teníamos decenas de miles de visitas».
Una solución concreta a un problema concreto. La llave del cualquier éxito. Pero el éxito siempre viene acompañado de la experiencia necesaria para ponerlo en marcha.
No en vano, esta cooperativa lleva 8 años desarrollando software geográfico de código libre para necesidades concretas de empresas y Administraciones Públicas. «Estamos bastante especializados en movilidad pero también colaboramos con cualquier sector que necesite de las últimas tecnologías geo: medio ambiente, salud, urbanismo o agricultura», detalla.
La aplicación está basada en Mapbox GL JS y Turf y es 100% código libre. Se puede consultar y descargar aquí y quien quiera puede aportar mejoras. La empresa Mapbox cedió sus mapas base y su codificador también de manera altruista.
El «delicado» tema del uso de los datos
La web solo avisa de cookies por el contador de visitas. «No solo no usamos ningún dato, es que ni tan siquiera los tenemos, no salen del dispositivo», detalla. Y aunque está así explicitado en la página, reciben decenas de mails pidiendo «eliminar mis datos». «La gente es muy sensible con estos temas», valora Pericay.
A su juicio, que «(casi) todo el mundo lleve un geolocalizador encima en forma de móvil es muy útil, la cantidad de información que se puede sacar de ahí es valiosísima y puede salvar muchas vidas».
También es «valiosísima para las grandes empresas que quieren saber qué hábitos tienes para vender más y mejor, con lo que el tema es delicado», añade. «Habrá que llegar a un compromiso entre el bien común, la privacidad y la paranoia», reflexiona.
Del primer mapa SIG a la actualidad
Este experto en geolocalización recuerda que el primer mapa SIG (que cruza de capas de información) es el John Snow del siglo XIX, que fue dibujado para determinar los focos de una epidemia de cólera.
En el mapa, Snow fue dibujando la situación de los trece pozos públicos de la zona del Soho, en Londres, y los casos de cólera que iban falleciendo alrededor. Colocaba cada uno en cada calle y en cada casa y comprobando que los muertos eran mucho más numerosos alrededor de una bomba de agua que estaba situada en las intersección concreta. Todo para tratar de concluir que era por el agua como se transmitía el cólera y no por el aire, como se creía.
«Las tecnologías geo tendrán un papel muy importante, y es que prácticamente fueron creadas para estos casos», vaticina Pericay. «Hasta hoy casi los únicos que tenido un papel clave en esta pandemia han sido los médicos, pero a partir de ahora seremos muchos los que podremos ayudar, desde científicos hasta desarrolladores de software», pronostica.