México es un país extraordinario. Lo es por sus gentes, por su cultura, por sus contrastes. Pero también a nivel geográfico. Nos encontramos con una tierra variada y rica en lo que a su relieve se refiere, con altas montañas y profundos cañones en el centro del país, extensos desiertos en el norte y densos bosques lluviosos en el sur y el este.
Pero si hay un elemento característico del relieve mexicano y de la geografía de este país, ese es el hecho de que las montañas cubren gran parte del territorio de la República. El relieve de México es el de un país mayoritariamente montañoso y en altura. Más del 70% del territorio lo constituyen sistemas montañosos.
No obstante también existen a nivel de relieve llanuras, penínsulas, valles, mesetas y depresiones. Todos ellos generan una gran variedad de paisajes, que es lo que caracteriza a México.
La Altiplanicie: protagonista del relieve mexicano
El rasgo más notable del relieve de lo que es el territorio que hoy configura la República Mexicana es el de una meseta de vastas dimensiones. Cuenta con una altitud media superior a los 1500 metros sobre el nivel del mar (msnm). Es la conocida como Altiplanicie Mexicana, que queda limitada al oeste por la Sierra Madre Occidental.
La Altiplanicie se extiende de noroeste a sureste desde la frontera norte del país hasta las inmediaciones del paralelo 20° N. Se inclina después hacia las llanuras costeras del Golfo de California y del Océano Pacífico.
Al este termina la Altiplanicie en una serie de montañas y declives montañosos que se inclinan hacia la llanura costera del Golfo de México. Es la conocida esta zona por algunos autores como Sierra Madre Oriental, la cual continúa hacia el sur hasta el Istmo de Tehuantepec.
Por el sur la Altiplanicie termina en una serie de volcanes que se extienden de este a oeste en una zona comprendida entre los paralelos 19° y 20° N, a cuyo conjunto se le ha designado como Sierra Volcánica Transversal, Cordillera Neovolcánica o Eje Volcánico.
La división de la Altiplanicie mexicana
La Altiplanicie Mexicana está dividida en dos partes, la parte norte o Mesa del Norte y la parte sur o Mesa Central o del Centro. Entre las dos se sitúa un conjunto de montañas mal definidas que se extienden de noroeste a sureste desde el paralelo 24° N hasta el 20° N.
La Mesa del norte
La Mesa del Norte se extiende desde Río Grande (Río Bravo del Norte) a través de los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.
Varias sierras estrechas y aisladas atraviesan la Mesa del Norte y numerosas depresiones también salpican la región, la mayor de las cuales es el Bolsón de Mapimí o Comarca Lagunera.
La Mesa del Centro
La Mesa del Centro comprende la sección sur de la meseta mexicana que se extiende al sur desde las montañas de Zacatecas hasta el Bajío, una región fértil en la base norte de la Cordillera Neo-Volcánica. La meseta sur es más alta que su contraparte norte, y se encuentra en elevaciones de 1.800 a 2.300 metros.
La Mesa Central también es considerablemente más húmeda que la Mesa del Norte. Al contar con áreas de alta actividad volcánica, numerosos arroyos y ríos bloqueados han formado extensos lagos y pantanos poco profundos. Los lagos importantes incluyen Chapala, Pátzcuaro y Cuitzeo.
Las dos grandes cadenas montañosas
Dos grandes cadenas montañosas son las que moldean el relieve de México. En el oeste, paralela a la costa del Pacífico, se levanta la imponente sierra Madre Occidental. En el este, la Sierra Madre Oriental.
Sierra Madre Occidental
La Sierra Madre Occidental se constituye como el auténtico pulmón del norte de México. La cadena alberga numerosas especies endémicas, con una amplia variedad de flora y fauna, si bien en los últimos años ha sufrido un grave deterioro. La Sierra Madre Occidental se extiende por unos 1250 km entre la frontera con Estados Unidos y la desembocadura del río Lerma. Alcanza su punto más alto en el cerro Gordo, en el sur del estado de Durango, con una altitud de 3340 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m).
Sierra Madre Oriental
Al este de la República se localiza la sierra Madre Oriental. Inicia en la frontera entre Coahuila y Texas y se extiende 1355 km en dirección noreste – sureste, con una anchura promedio de 50 kilómetros y una elevación media de 2,200 metros sobre el nivel del mar.
En algunas secciones la amplitud alcanza 80 y hasta 100 kilómetros. Esta cordillera se extiende desde Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Veracruz y Puebla, donde se une con el eje Neovolcánico.
Al este limita con la llanura costera del golfo, y al oeste se encuentra la Altiplanicie Mexicana. La cordillera tiene una topografía accidentada en la que los valles, los cañones y los barrancos son frecuentes.
La Sierra Madre del Sur
La Sierra Madre del Sur se constituye como la tercera de las grandes sierras o cadenas montañosas de México. Se trata de una cadena irregular localizada en el sur de México que se extiende a lo largo de 1200 km entre el occidente de Jalisco y el Istmo de Tehuantepec, al este de Oaxaca.
Esta sierra es atravesada por numerosos ríos, los cuales forman notables cañones, principalmente en Guerrero, donde las partes altas son conocidas como filos. La cordillera es notable por su alta biodiversidad y su gran número de especies endémicas. Posee importantes yacimientos de metales como el oro y la plata así como de plomo y hierro.
La cuenca del río Balsas
Entre la Sierra Madre del Sur y la Sierra Volcánica Transversal se extiende de este a oeste una región baja ocupada en su mayor parte por la cuenca del rio Balsas. Así, al este de esta región, entre la Sierra Madre del sur y el extremo de los declives montañosos que se inclinan al Golfo de México, se encuentra una zona alta.
Se trata de una zona de relieve muy complicado, surcada profundamente por numerosos ríos (región de las cuencas altas de los ríos Verde, Mixteco, Tlapaneco, Papaloapan y Tehuantepec).
El eje neovolcánico
Al sur de la Mesa del Centro nos encontramos con el eje neovolcánico. Se trata de una cadena de volcanes que forman parte del llamado cinturón de fuego del Pacífico, que está caracterizado por su gran actividad volcánica.
El eje neovolcánico se inicia en el estado de Nayarit y transcurre hacia el este sobre la línea aproximada del paralelo 19°. El Eje forma numerosos valles de tierras altas, entre ellos los de Toluca, México, y el Poblano-Tlaxcalteca. Todas estas zonas alojan de manera conjunta a cerca de una quinta parte del total de la población mexicana.
En esta cordillera se localizan algunas de las mayores elevaciones del país, como el pico de Orizaba (la altura máxima del país, con 5636 msnm.), el Popocatépetl, y el Iztaccíhuatl. Aunque los volcanes Fuego de Colima y Nevado de Colima se localizan más al occidente y suelen considerarse como parte de este eje.
Tanto el volcán de Fuego de Colima como el Popocatépetl cuentan con una incesante actividad volcánica. También forma parte de esta cordillera el célebre Paricutín, que sepultó el pueblo de San Juan Parangaricutiro, a menudo nombrado como «la Pompeya mexicana», en 1943.
Muchas gracias por esta maravillosa y valiosa información.
Hola Carlota, la cordillera que mencionas se llama Sierra Chichinauhtzin e inicia en el Estado de México, sirve como límite entre CDMX y Morelos y culmina junto al Popocatépetl, es de origen volcánico y ha tenido erupciones recientes como la del volcán Xitle.
Al norte de Cuernavaca y continúa hacia Temixco, atraviesa una cordillera , desconozco su nombre ¿tendrá que ver con el eje volcánico?
Gracias 🌸