Escribir se ha convertido en un acto mecánico al que no prestamos atención y que requiere gastar un tiempo que no queremos perder. Nadie se para a deleitarse dibujando los sonidos; todo es rápido, basta con que se comprenda.
Todo esto, claro, en el caso de que sea necesario que escribamos de nuestro puño y letra, algo que es cada vez más raro, ya que hoy día apenas se escribe, casi solo se teclea.
Nadie se para a pensar que cada una de las letras que escribimos es la superviviente de una tradición milenaria, una tradición que nos conecta a civilizaciones fascinantes desaparecidas, y uno de los elementos que nunca nos ha abandonado durante toda nuestra historia.
La escritura nació en varios puntos del planeta sin relación entre ellos: China, Mesopotamia, Egipto, México… son los más famosos. Todo parece lejano y ajeno a nosotros, pero no lo es. Para descubrir el origen de nuestro alfabeto tenemos que ir a Egipto. Sí, el nacimiento de nuestra escritura son los jeroglíficos.
Los jeroglíficos de Egipto
La historia del antiguo Egipto es muy extensa. Alrededor de tres mil años en los que evolucionaron y cambiaron muchas cosas, entre ellas su escritura.
Los jeroglíficos, la más famosa, era una escritura muy compleja: algunos símbolos eran ideográficos (es decir, eran un concepto: casa, niña, comer), otros representaban cuatro sonidos y también los había de tres, dos y uno.
Ni siquiera todos los escribas eran capaces de usar este sistema debido a su complejidad, por eso idearon una simplificación más práctica para los textos largos y rápidos que debían fijar en el papiro.
La escritura hierática, los jeroglíficos simplificados
Se trataba de la escritura hierática, que en realidad no era más que una forma de escribir los jeroglíficos muy simplificados. Pero esta escritura se simplificó más aún, y en el siglo VI a.C. la dominante ya era la demótica, una realización que tomó como base la hiératica para hacerla aún más sencilla.
Egipto, como todo imperio, era multiétnico, y en la península del Sinaí, zona bajo su dominio, vivían pueblos semitas (como los judíos o los árabes). Estos cogieron algunos jeroglíficos y los usaron para escribir su propia lengua.
Se conoce muy poco de este sistema, no se sabe si era ideográfico, alfabético o un silabario (cada símbolo es una sílaba, como, en parte, el japonés), pero lo más importante está claro: fue la base del alfabeto fenicio.
El alfabeto fenicio
Pero esto es un poco mentira, porque el alfabeto fenicio no es realmente un alfabeto.
Hago un pequeño paréntesis. Un alfabeto es un sistema en el que por cada sonido hay un símbolo (esto tampoco es verdad, pero habría que liarse demasiado para ser sincero del todo).
Esto no ocurría con la escritura de Fenicia porque solo representaba los sonidos consonánticos, como ocurre (tampoco siempre) hoy día con el árabe. Estas escrituras, pues, no son alfabéticas, se llaman “abyad”.
El griego, primer alfabeto
Los fenicios impulsaron su escritura por todo el mar Mediterráneo, en el que se demostraron grandes comerciantes y navegantes. Allí entraron en contacto con el que puede que haya sido el pueblo más ilustrado de toda la historia europea: los antiguos griegos.
A estos les gustó el sistema fenicio, pero su lengua era muy distinta y no podía permitirse carecer de las vocales en la escritura. ¿Qué hicieron? Adaptaron el alfabeto fenicio según sus criterios y, además, añadieron símbolos nuevos para representar los sonidos vocálicos.
El griego fue, pues, el primer alfabeto de la historia. Una invención digna de un pueblo sabio. Tal genialidad fue, que sigue escribiéndose hoy, exactamente igual, más de tres mil años después, y está disponible como opción en todos nuestros móviles.
El alfabeto griego, como su lengua, viéndose en la situación de privilegio que le otorgaba su incomparable influencia cultural, influyó allá donde tuvo presencia.
De los etruscos a Roma: el alfabeto latino
Así, en Italia, un pueblo amante de la cultura griega emuló su invento, pero modificándolo: los etruscos. Los etruscos crearon un alfabeto basándose en el griego que se usaba en las colonias helenas del sur de Italia.
Lo adoptaron y lo llevaron a todos los territorios italianos a los que se expandieron, sin saber el alcance que tendría, miles de años más tarde. Así, llevaron su alfabeto a la que estaba llamada a ser la gran urbe de la antigüedad. Al símbolo eterno de la civilización europea y occidental: Roma.
El alfabeto que conquistó el mundo
El alfabeto latino recibió ese nombre por ser del Lacio, región donde se encuentra Roma. Es el propio de la mayoría de lenguas del mundo occidental. Pero también de otras como vietnamita y de muchos otras lenguas de lugares donde la colonización europea tuvo importancia.
Además, en aquellos sitios donde no es el alfabeto de la lengua principal, es ampliamente estudiado gracias al inglés, en su versión anglosajona. Porque el alfabeto latino es uno pero también muchísimos. El propio de cada lengua que lo habla. No es el mismo el que usamos para el español que el que se usa en croata, por ejemplo.
Las letras del alfabeto latino
En su origen, el alfabeto latino constaba de las siguientes letras:
A B C D E F Z H I K L M N O P Q R S T V X.
La letra C representaba el sonido de la G en “gato”. La V era nuestra vocal U. La letra Z, al poco tiempo, cayó en desuso y se eliminó. En cambio, la C tomó el valor de la K, que se convirtió en marginal. La C, así, representaba tanto el sonido K como el de nuestra G.
Al poco tiempo se ideó el palito de la C para diferenciarla de la que sonaba como K. Así nació la G, que tomó el lugar en el hueco que había dejado la Z.
Después de la conquista de Grecia, y dado el aluvión de palabras griegas que invadían la lengua latina, se introdujo de nuevo la Z. Se hizo para representar el sonido sonoro de la s en “maison”, en francés, o la z en “amazing”, en inglés.
Es el mismo sonido de la ese española, pero moviendo las cuerdas vocales. También la Y, para representar el sonido que tanto nos cuesta de la U francesa. Esa vocal entre una u y una i. Las dos letras transcribían sonidos griegos, y solo la élite romana se preocupaba por pronunciarlos. Estos sonidos no existían en el habla del pueblo.
Por otro lado, nuestras mayúsculas derivan de la escritura capital. Concretamente, de las que es la que usaban en monumentos o en documentos importantes. Por su parte, las minúsculas derivan de la cursiva romana, la que usaban los funcionarios o comerciantes para sus textos.
Las raíces de nuestra escritura
El camino de nuestra escritura es largo: Egipto, Oriente Próximo, Grecia, Italia… y lo podemos ver reflejado cuando escribimos. Por ejemplo, pensad cómo dibujan los niños el mar.
Con olas, y esas olas son representadas con picos. Los egipcios escribían la palabra “agua” como un niño la dibuja.
Agua, en egipcio, se pronunciaba N+vocal. Los semitas del Sinaí decían MEM a una letra o símbolo que venía directamente de cómo se escribía agua en la lengua vecina. De ahí, los fenicios tomaron ese símbolo para su M. Después pasó a los griegos, a los etruscos y a los romanos.
Así, cuando escribáis una M, pensad que estáis escribiendo una palabra egipcia. Concretamente, estaréis dibujando el agua.
Me quedé con dudas, porque en la introducción a este artículo creí entender que la primera escritura proviene de los Balcanes y no volvió a darse mayor información al respecto. De todos modos felicito al autor desde México.
Excelente articulo sobre la historia del alfabeto.
¡Fascinante!, tenía rato sin leer algo interesante sobre la escritura. Gracias.
Según esta página http://reconciliandomundos.com.ar/la-primera-comunicacion-escrita-los-fenicios-y-la-creacion-del-alfabeto/, la escritura fenicia proviene de la escritura cuneiforme de la Mesopotamia.
Sí, efectivamente, es otra teoría.
Es difícil corroborar alguna de las dos. No quería entrar en polémicas ni debates y he optado por la que tiene más tradición, si bien es cierto que no por ello es la más verdadera. En la zona había varios pueblos que hablaban idiomas parecidos, y según el área, algunos estaban bajo influencia de una potencia u otra. Los pueblos del Sinaí, como explico en el artículo, eran hablantes de alguna lengua cananea y casi sin duda su escritura proviene de la egipcia. Solo por eso, aunque sea un argumento débil, me inclino más por esta versión de la historia. Sé que no es un argumento concluyente, pero aún no conozco ninguno de más peso que me haga preferir la otra.
Es una opinión personal, claro.
Un saludo.
Tal vez las dos teorías tengan una parte de la verdad, y el alfabeto fenicio provenga de los jeroglíficos y de la escritura cuneiforme.
Un saludo.
Un excelente comentario para todos aquellos que irreverentemente escriben cono bestias pateando el idioma en cada estupidez que se les viene a la cabeza.
Si, «cono» tu
Lo del lenguaje ideado por los esclavos hebreos de los egipcios en las minas del sur del Sinaí, a imitación de los símbolos egipcios mezclados con su lengua, es muy poco conocido. Yo lo conocí como lengua Protosinahítica y no está muy extendido. Enhorabuena por tu excelente trabajo, cuánto por aprender.
Hola. Soy diseñadora gráfica y editora. Me gusta la página Geografía Infinita y me pareció muy interesante el artículo sobre la Escritura. ¡¡Felicitaciones!!. Lo compartiré. Saludos desde Lima.
Me encantó, me gusta la historia y además también la semántica u origen de las palabras sino estoy equivocado, asi que ha mi juego me han llamado, Felicitaciones.
Muy excelente este artículo que muestra la investigación de cómo ha evolucionado la escritura, ojalá que la educación transforme su forma de orientar los procesos formativos conociendo sus causas y consecuencias de los conceptos o conocimientos que se ven en el aula. Tendríaos generaraciones muy eruditas.
Muy (con la m que representa el agua) interesante.
Grácias por la dedicación de su estudio y compartirlo.
aúnque se me ha quedado una sensación de ambigüedad. los orígenes son tan complicados como intentar decidir a partir de qué signos denominamos que se trate de escritura.