El Imperio británico y la Commonwealth

Es común escuchar en conversaciones con los amigos que el mayor imperio de la historia es el mongol. Lo fue si tenemos en cuenta una extensión de tierra continua, pero no en términos totales.

El Imperio británico, con 33,7 millones de kilómetros en su máxima expansión, supera a los 33 millones de kilómetros cuadrados del asiático. Muy por detrás estarían el ruso y el español, tercero y cuarto respectivamente, con 22,8, el primero, y 20,4, el segundo.

Todos los territorios que alguna vez han formado parte del Imperio Británico. El Reino Unido y sus territorios de ultramar están subrayados en rojo.

El Imperio llegó a albergar a una quinta parte de las tierras de todo el planeta y la cuarta parte de la población mundial.

Aunque su época dorada fue el llamado siglo imperial, que se fecha tradicionalmente entre 1815 y 1915, sus orígenes se pueden encontrar centurias atrás y su fin, varias décadas después.

Busto de la reina Victoria, monarca del Imperio durante el siglo XIX, nombrada emperatriz de la India

Precedentes del Imperio Británico

Cuando aún no se había producido la unión dinástica entre Escocia e Inglaterra, el rey inglés Enrique VIII era ya soberano de Gales y titularmente de Irlanda, aunque aún no se había conseguido el control total sobre toda la isla gaélica. Este rey fundó la Royal Navy e hizo de su reino un país de vocación marítima, construyendo una gran armada, muelles y faros por toda la costa.

En tiempos de la reina Isabel I la fuerza marítima inglesa se hizo patente en sus continuas guerras navales con la hegemónica España, llegando, incluso, a casi destruir la ciudad andaluza de Cádiz.

Se realizaron varias expediciones, entre ellas una vuelta al mundo. También se crearon asentamientos en Terranova y en Virginia, en Norteamérica, pero ambos duraron poco y fueron abandonados.

Esta reina fue la que tuvo que enfrentarse a la famosa Armada Invencible española, que acabó en fracaso. Al contrario de lo que suele pensarse, en Inglaterra esto no fue motivo de festejos, e Isabel se apresuró a enviar otra flota enorme a intentar conquistar España al año siguiente. Esta incursión, llamada la Contrarmada o la Invencible Inglesa, también terminó en rotundo fracaso.

Primeros pasos y colonización de América

El primer asentamiento estable en América, Jamestown, fue fundado en 1607, tras cesar las hostilidades con el gran enemigo español. A partir de ese año, en Inglaterra se suceden décadas de inestabilidad política que no cesarán hasta 1688.

Fue a partir de entonces cuando su influencia aumentó sin parar en el plano internacional. Más tarde, la colonización británica de América se expandiría a asentamientos en la costa de Canadá (después la totalidad del actual estado), algunas islas caribeñas y Jamaica.

Las islas del Caribe fueron su más rica posesión en los albores del Imperio, gracias a la producción de tabaco, algodón y arroz, basada en la esclavitud, y su comercio.

Área de influencia inglesa en América del Norte tras expulsar a holandeses y suecos

En 1707 se unen los parlamentos de Inglaterra y Escocia, y pocos años después, en 1713, adquiere Menorca y Gibraltar de España. Aunque perdió después la isla, el peñón sigue siendo británico hoy día, está considerada la última colonia que queda en Europa y es fruto de conflictos menores continuos entre los dos estados.

Después de la guerra de los Siete Años, Inglaterra consigue echar de Norteamérica a Francia, con lo que consigue territorios en Canadá y la Florida española (que después perdería). También adquirió de la derrotada los derechos de exploración de la India y el río Senegal.

En 1806 se tomó Buenos Aires y se intentó invadir el Río de la Plata, pero un ejército español colonial consiguió expulsarlos poco tiempo después.

Tras la derrota de Napoleón aumenta sus territorios en África, quitándoselos a la derrotada Francia, además de las Islas Jónicas.

Expansión por el Pacífico

El Pacífico había sido casi completamente explorado por los españoles, incluidas Nueva Zelanda y Australia. Sin embargo, el país peninsular nunca reclamó su derecho ni hizo ningún movimiento para dominarlas.

Así, a partir del siglo XVIII, el Reino Unido comienza a colonizarlas. Es aquí donde se escriben las líneas más oscuras del Imperio, de entre las muchas que tuvo, como todos los imperios europeos.

Es especialmente conocido el episodio del genocidio de la isla de Tasmania, donde se aniquiló a la práctica totalidad de la población. O el trato dado a los indígenas de Australia, cuya consecuencia puede sentirse aun hoy día.

El Segundo Imperio británico

El Imperio cambió radicalmente en sus políticas a partir de la guerra de independencia de Estados Unidos. Este período es conocido como Segundo Imperio británico. A partir de aquí Londres no estaría tan centrada en América, sino en África y Asia.

A inicios del siglo XIX fue la única potencia industrializada y se ganó el apodo de “taller del mundo”. En esta época caen bajo su poder la India, Afganistán, Bangladés, Malasia, Hong Kong, Birmania…

La India británica y sus conflictos de independencia y partición

A finales del siglo XIX y principios del XX, sin embargo, Estados Unidos y Alemania habían progresado en su industrialización y ya superaban la producción del Reino Unido.

En esta época es África el gran objetivo de los europeos, y el Reino Unido sería, junto a Francia, el país más beneficiado por el reparto.

Hacia la conversión en la Commonwealth

A partir de la mitad del siglo XIX se dan los primeros pasos que convertirán el Imperio en la actual Commomwealth. Aunque la política exterior y otros asuntos siguen tratándose desde Londres, el Gobierno británico da autonomía a sus colonias. Terranova (luego incorporada a Canadá), Canadá, Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda fueron algunos territorios que adoptaron este sistema.

Mapa de 1855 de la América británica o Canadá

El Imperio empezó a fragmentarse después de la Primera Guerra Mundial con la adopción de las competencias de política internacional a Canadá, el primero de los países en desgajarse de la metrópoli. El siguiente fue Australia, aunque ya durante la Segunda Guerra Mundial. Irlanda se independizó y después salió de la Commonwealth en 1949.

Con algunas excepciones, como Seychelles o Hong Kong, el imperio se desmembró entre las décadas de los 50 y 60.

La Commonwealth hoy día

Actualmente la Commonwealth es una organización internacional que, para subrayar su carácter internacional, ha eliminado el adjetivo británico que antes llevaba. Aunque sigue teniendo un marcado carácter excolonial anglosajón, algunos países miembro, como Mozambique o Ruanda, nunca formaron parte del imperio. No obstante, su oficina central está en Londres y se considera que el monarca del Reino Unido es su líder.

La Commonwealth en la actualidad

Es una organización que no consta de Constitución, aunque se respetan los valores democráticos, los derechos humanos, igualdad entre hombres y mujeres, el desarrollo sostenible y el respeto a la ley. Cada país entrega una cuota anual dependiendo de su riqueza y su población.

Sobre el autor

8 comentarios en “El Imperio británico y la Commonwealth”

  1. Realmente, no he podido calcularlo, pero cuando España se anexó los dominios portugueses con Felipe II, la extensión del imperio se multiplicó, superando al británico en extensión de km2º, constituyéndose así como el más grande de la Historia

  2. Muy bueno. Me hubiese gustado un poco más de fechas, sobre todo en el principio del armado del susodicho imperio. No es que no lo sepa o no lo pueda buscar, pero bueno: hace más facil la lectura entendimiento.

    Una consulta.
    En el artículo dice «En 1806 se tomó Buenos Aires y se intentó invadir el Río de la Plata, pero un ejército español colonial consiguió expulsarlos poco tiempo después.».

    Por acá (Argentina) se estudia que hubieron 2 «intentos» de invasión ingleses en 1806 y 1807, pero que fueron rechazados por milicias locales, con ayuda de la población civil local (con muy poca ayuda española). De hecho, se toma este hecho (se los considera como un solo hecho a efectos históricos) como una de las causas que luego desembocaron en la independencia del Virreinato del Rio de la Plata.

    En España se tiene otra visión?
    Gracias

    1. Buenas, Nicolás.

      Sí, efectivamente, yo también tengo entendido que es como dices. El asunto radica en considerar qué era argentino y qué español en aquella época, cuando Argentina era colonia española. En la primera invasión, la capital porteña recibió la ayuda de un ejército llegado de Montevideo. En el ejército probablemente no habría ni un español peninsular, pero era un ejército del reino de España.

      Supongo que es un tema delicado por las sensibilidades nacionales y puede que, de hecho, tanto decir que la defensa de Buenos Aires corrió a cargo de argentinos como decir que fue española sería correcto si ponemos el punto de mira en el momento en que ocurrió.

      En España no se estudia otra cosa porque, de hecho, aquí no estudiamos ese acontecimiento y prácticamente no se conoce.

      Espero no ofenderte con mi respuesta. Más que crear conflicto, tal vez mi intención sea la de crear reflexión sobre la historia, tan manipulada y tan poco respetada a causa de los intereses nacionales tanto en España como, seguro, en Argentina y cualquier otro país.

      Un saludo.

  3. carlos elias serratti

    Resulta oportuno aclarar, que si bien en el año 1806 y luego en 1807 los ingleses pretendieron dominar el Rio de la Plata no lo lograron al ser expulsados por los pobladores de Buenos Aires en las dos oportunidades. Y no como se indica que «fueron expulsados por un ejercito español tiempo después».

    1. Como aclaró el autor en otro comentario, se entiende que el ejército era español porque el territorio aún era parte de una colonia española y no un país independiente. Por lo tanto, los «pobladores de Buenos Aires» eran en realidad españoles.

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